Se prepara: Una imagen de la Virgen María, unas
velitas en el suelo donde esté escrito el nombre de MARIA, la Biblia y un foco
que ilumine y resalte la imagen (aunque estará apagado al inicio).
PRESIDENTE: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Bienvenidos a esta celebración en torno a
María, la llena de gracia, que no ha sido tocada por el pecado ni por un
solo momento, la Inmaculada Concepción. En esta noche celebramos a María, que nos ayuda a
acoger y a seguir a su Hijo Jesús, el que trae la salvación al mundo. Celebramos
a María, que nos enseña a escuchar el
nombre nuevo por el que Dios nos llama. Celebramos a María, que acompaña y
alienta caminos misioneros de entrega en
y para el mundo de hoy.
GESTO + CANTO: Se enciende el foco que ilumina la imagen de María
mientras se canta María, mírame.
VOZ 1: DIOS REGALA A MARÍA UN NOMBRE NUEVO: LLENA DE GRACIA
VOZ
2 (un joven): Cuando el tiempo de Dios llegó a su plenitud, visitó la tierra y
llamó a la puerta del corazón de una mujer, una puerta que siempre estaba
abierta. Habló directamente con ella, traía una Buena Nueva para la humanidad.
Así se comportó Dios y así se porta: escoge un lugar sencillo y pobre para
entrar en el mundo, entra en la historia delicadamente, saludando, pidiendo
acogida. Se acerca al ser humano con alegría, generando vida y esperanza.
Silencio breve
VOZ
3 (una joven): María, estás a la espera. Con tu corazón pobre y tus manos
vacías, abiertas y libres. Acoges los planes de Dios, que traen la dicha y la
paz para la humanidad.
Silencio breve
VOZ
2: Con María el mundo, también nosotros, quedamos habitados por Dios, abiertos
a la ternura y al gozo.
SACERDOTE: Del Evangelio de San Lucas.
(1,28b-29).
Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué
saludo era aquel.
Silencio orante para releer el texto, fijándonos en qué es lo que
más nos llama la atención y preguntándonos qué es lo que Dios quiere decirnos a
través de eso.
VOZ 1: Un famoso rabino
judío dice que todos, en la vida, tenemos tres nombres, pero sólo uno es el
importante: El primero es el nombre que nos pone la familia al nacer.
Podríamos decir que no es realmente nuestro nombre: es sólo el deseo de nuestros
padres. El segundo es el nombre que nos pone la sociedad; es el nombre
por el que se nos conoce, según lo que hagamos. Tampoco puede ser este nuestro
nombre importante, porque representa sólo una parte de nosotros mismos. El
tercero es el nombre que tenemos para Dios; el nombre que nos pone Dios, el
nombre que surge del encuentro, de la experiencia de Dios. Este es nuestro
verdadero nombre, el importante. Dice el rabino que toda nuestra vida debe
estar orientada a descubrir cuál es el nombre por el que nos conoce Dios.
CANTO: Nadie nos conoce más y mejor
que Dios. Rezamos y cantamos el salmo 138: Tu
me sondeas y me conoces…
VOZ 3: Hoy nos has reunido tu, María, éste es el nombre que te pusieron tus
padres. En Nazaret, te conocieron por “la mujer de José” y “la madre de Jesús”.
Pero tu verdadero nombre es aquel con que te saluda el Ángel: "llena de
gracia”, llena de Dios, encantadora a los ojos de Yahvé.
* Llena
de gracia… es la expresión del amor fiel de Dios que sustentará toda tu
vida y, como fuente de agua viva, se derramará sobre la humanidad.
* Llena
de gracia... es el nombre propio que Dios te dio a ti.
* Llena
de gracia significa llena de Dios, llena del reino, llena de todos los
preferidos de Jesús.
* Llena
de gracia significa tener un corazón trabajado por Dios, que sale afuera y
se convierte en anuncio gozoso de Jesús al mundo.
* María
eres “llena de gracia”, porque la encarnación del Verbo... se realiza y
cumple precisamente en ti... que eres “madre de Dios Hijo... la hija predilecta
del Padre y el sagrario del Espíritu Santo”.
REFLEXIÓN:
¿CUÁL ES EL NOMBRE POR EL QUE DIOS TE LLAMA A TI?
Silencio
breve
TESTIMONIOS
VOCACIONALES: Escuchamos ahora el testimonio de algunas personas que nos comparten cómo
descubrieron “su nombre”, su vocación: VIDA CONSAGRADA (se intercala el
canto Enciéndeme), MATRIMONIO, SEMINARISTA
(aproximadamente 5 minutos cada uno).
GESTO
(según el
tiempo OPCIÓN A u OPCIÓN B):
OPCIÓN A: Rezar juntos el Ave María, apoyándonos unos en otros
poniendo la mano derecha sobre la persona que tenemos delante o al lado y los
primeros se acercarán a la imagen de María y pondrán sus manos sobre ella, de
manera que quedemos todos unidos.
OPCIÓN B:
Recordemos ahora los nombres que, inspirada por Dios, ha dado la Iglesia a
María. Se pueden rezar las letanías alternando lectores o bien que cada uno
espontáneamente se dirija a nuestra Madre con el nombre que se dirige a ella o
que más le llega y ayuda a rezar, y todos responden: Ruega por nosotros.
Santa María de
la esperanza / Santa María del camino / Santa María de la luz / Madre de Dios
Virgen del
silencio / Virgen de la escucha / Discípula de Cristo / Madre de la Iglesia / Madre
y maestra
María, bendita
entre todas las mujeres / María, dignidad de la mujer / Mujer fiel en la espera
/ Mujer fiel en el compromiso / Mujer fiel en el seguimiento / Mujer fiel junto
a la cruz
Reina de la paz
/ Reina de las familias / Madre sacerdotal / Modelo de consagración a Dios
/ Madre de la humanidad
Oración final: María Inmaculada, llena de gracia, nos hemos reunido para alabarte, para alabar a Dios que ha hecho en ti maravillas. Enséñanos a vaciarnos de nosotros mismos, y a encontrar nuestra fuerza solo en Dios. Ayúdanos a creer, a confiar y a ponernos en las manos de Dios. Tú que te pusiste al servicio de todos, enséñanos a servir, enséñanos a amar. María, mujer de esperanza, Virgen de Adviento, que adelantaste, con tu respuesta, la llegada del Mesías: ayúdanos a mantener nuestras lámparas encendidas y a estar a la escucha, sin miedo, del nombre que Dios tiene para cada uno de nosotros.
SACERDOTE: Madre Inmaculada!
TODOS: Ruega por nosotros.
CANTO: Bendita sea tu pureza
"Dios regala a María un nombre nuevo: Llena de gracia...
¿Cuál es el nombre por el que te llama a ti?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario